En Senbide vemos que existen muchos motivos por los que se debe señalizar un camino.
Los caminos son parte de la herencia de nuestros antepasados, y por lo tanto debemos conservarlos.
Con los senderos se mantiene y amplia la base económica del medio rural, mediante su utilización en actividades deportivas y turísticas apareciendo nuevas actividades compatibles con el desarrollo.
Mantienen y mejoran el grado de bienestar de los ciudadanos garantizando el disfrute a personas más vulnerables.
Conservan y recuperan el patrimonio y los recursos naturales y culturales del Medio Rural.
Entrar en la red de senderos de una provincia tiene múltiples efectos, entre los que destaca el desarrollo rural.
Al señalizar un camino se está recuperando el patrimonio viario tradicional de titularidad pública como el patrimonio rural asociado a él.
Estimula la actividad turística impulsando una oferta desestacionalizada e innovadora que se basa en la revalorización de lo autóctono.
Potencia un modelo de desarrollo sostenible, basado en una actividad que es respetuosa con el medio ambiente y la cultura local.
Un sendero recupera el patrimonio histórico, es salud, es turismo y contribuye al desarrollo económico de un pueblo.



