Definición.
Un sendero homologado es una instalación deportiva que se desarrolla preferentemente por caminos tradicionales y en el medio natural, identificada por las marcas propias de la FEDME.
Estos Senderos sufren un proceso de evaluación por la Federación que busca cumplir 2 objetivos:
1- La homogeneidad con el resto de los senderos de España y Europa.
2- Una calidad mínima sobre la base prioritaria de Seguridad en cuestiones como diseño, ejecución, información, etc.
Cualquier sendero puede ser señalizado, pero sólo aquellos que se ajusten a un mínimo de calidad y seguridad establecido por la FEDME y las FFAA de Montaña correspondiente pueden llegar a obtener el Certificado de Homologación.
Para obtener esta seguridad un senderista debe poder recorrer el sendero homologado en forma de autoguiado gracias a las marcas y señales que se irá encontrando durante toda la ruta.
Se le pueden dar diferentes usos a un sendero entendiéndolo como una instalación deportiva, ya que no sólo los senderistas utilizan este espacio, sino que otros usuarios pueden disponer de él simultáneamente.
La pirámide de practicantes del senderismo en cuanto a la edad se refiere, resulta anómala.
Dado que tiene una base importante, los niños que lo practican con sus familias.
Siendo más delgada en la parte central, los jóvenes tienden a practicar otras actividades más de aventura o competición. Para estos puede servir como lugar de entrenamiento.
Creciendo de nuevo en la parte superior (según se va perdiendo fuerza y reflejos), aquellos jóvenes que tienden a abandonar los deportes de aventura o competición vuelven al senderismo.
Usuarios de los Senderos.
Analizando la pirámide, ya sabemos quién es nuestro público objetivo.
- Niños: El sendero debe constituir para ellos una práctica vivencial y educativa. Además se debería tener en cuenta la duración del mismo.
- Mayores: Debería imperar el carácter seguro del sendero (pasamanos o barandillas en zonas con posibilidad de caída) fuentes de forma regular y evitar desniveles duros.
Por lo tanto, un Sendero Homologado se debe mantener a fin de garantizar la seguridad de los usuarios.
Senderos infantiles
Se debe tener en cuenta principalmente la Seguridad, dada la poca conciencia que tienen los niños en este sentido.
Se deben evitar zonas donde pueda producirse caída de piedras, zonas resbaladizas, caídas verticales, animales o vegetales peligrosos y zonas de máxima insolación.
Senderos locales
Senderos de Salud, (ruta del colesterol) y similares.
Están ubicados habitualmente en grandes parques o zonas boscosas cercanas a los pueblos y zonas perimetrales de población.
Debemos a tender a su duración (paseos diarios) y facilitar su utilización mediante zonas de descanso, pendientes moderadas, etc.
En estos senderos, sin ser un punto crítico, también prima la Seguridad.
Conclusión
La mayoría de los senderistas pertenece a la población urbana, busca ocio activo pero no quiere «trabajar» para prácticarlo.
No conoce las técnicas ni materiales de los montañeros y no se reconoce como tal.
Necesita sistemas de señalización sencillos y universales.